Análisis sin filtros
Revisamos tus números reales. No ejemplos inventados. Trabajas con tus propias nóminas, recibos y extractos bancarios para entender exactamente dónde estás.
La mayoría aprende finanzas a golpes. Nosotros preferimos que lo hagas mientras aún tienes dinero para gestionar. Porque saber dónde va cada euro no es aburrido, es liberador.
Ver cómo funcionaNo prometemos milagros ni fórmulas mágicas. Lo que sí hacemos es acompañarte en cada fase del aprendizaje con estructura clara y contenido que puedes aplicar desde el primer día.
Empezamos entendiendo tu punto de partida. Qué sabes, qué te preocupa, qué errores has cometido. Luego construimos un plan que se ajusta a tu situación real, no a un manual genérico.
Aquí aprendes a organizar ingresos, identificar gastos ocultos y crear un sistema de ahorro que funcione con tu ritmo de vida. No teoría abstracta. Casos reales y ejercicios con tus propias cifras.
Una vez que controlas el día a día, pasamos a decisiones más complejas: inversión básica, planificación fiscal, gestión de deudas. Siempre con enfoque conservador y realista.
Al terminar el programa tienes criterio propio para tomar decisiones informadas. Y si necesitas revisar algo, los materiales y el soporte siguen disponibles durante un año completo.
Revisamos tus números reales. No ejemplos inventados. Trabajas con tus propias nóminas, recibos y extractos bancarios para entender exactamente dónde estás.
Cada módulo está diseñado por profesionales que llevan años gestionando finanzas personales y empresariales. Lo que enseñamos lo hemos aplicado primero nosotros.
No desaparecemos después de la primera clase. Revisiones trimestrales, consultas por escrito y acceso a materiales actualizados según cambie la normativa fiscal.
Gerard empezó el programa en septiembre de 2023. Dos años después, mantiene el control de sus finanzas y ha tomado decisiones que le han dado más tranquilidad que cualquier aumento de sueldo.
Ingeniero técnico
Llegué al programa porque llevaba tres años cobrando bien pero sin ahorrar nada. Cada mes miraba la cuenta y no entendía dónde se había ido todo. Suscripciones que ni usaba, comidas fuera por pura inercia, compras impulsivas que parecían pequeñas pero sumaban barbaridades.
Los primeros dos meses fueron duros. No porque el contenido fuera complicado, sino porque tuve que enfrentarme a mis propios números. Ver cuánto gastaba en cosas que no me aportaban nada fue incómodo. Pero también fue el punto de inflexión.
Ahora, dos años después, tengo un fondo de emergencia que me da tranquilidad, he empezado a invertir de forma conservadora y sobre todo entiendo mis finanzas. Cuando algo cambia en mi vida, sé cómo ajustar mi presupuesto sin agobios.
Lo mejor es que el soporte siguió disponible mucho después de terminar el curso. Cuando tuve dudas sobre una hipoteca en 2024, pude consultar y recibí orientación clara sin vender productos ni comisiones ocultas.